Membrillo, Idiazabal y nueces

Hace unas semanas aprovechando una comida dominguera en Casa de Juan preparamos este postre que una vez acabado, nos pareció a todos genial. Con ustedes… Membrillo, Idiazabal y nueces.
El día empezó mal, frío y lluvioso y teniendo que trabajar hasta casi las 13:00 de un domingo, imagina…A partir de ahí sólo podía mejorar con la comidita que teníamos en mente.
Cuando llegamos Juan ya estaba liado con su parte, 2 empanadillas, una de Pisto y atún y la otra, la especialidad de su mami (que mujer por Dios!!!, que energía y buen rollo transmite), de Guisantes. Eso si, ya que habíamos hecho recientemente el cursito con Vicente Patiño y compañía, Juan se ha currado la versión de ellos, riiiiicooooo.

Teníamos para luego un arrocito meloso de Pato, Boletus y Rebollones, hecho con un fondo con carcasas de pato que ha salido muy bueno tambien.
Y para finalizar, el postrecito del que vamos a hablar. El otro día me trajo mi padre unos membrillos ecológicos y dándole a la cabeza, me vino a la mente un día en una sidrería de Astigarraga en que tomamos el clásico membrillo con queso y nueces. Como hacerlo pero de otra forma???
Ya está, lo serviremos en una copa, con arena de nueces en en fondo, espuma de jengibre, más arenita por encima, dulce de membrillo casero, laminitas muy finas de Idiazabal y mas arenita, ESPECTACULAR… No ha quedado nada en las copas.
La arena de nueces es una Streusel como la que hicimos el otro día. Hacemos la masa, la congelamos y una vez bien fría, la rallamos sobre un silpad y horneamos a unos 150 grados con calor arriba y abajo.
El membrillo lo hemos hecho con la receta de la Thermomix, facilísimo…lo único que cambiamos es que asamos los membrillos al horno para darles otro toque.
El queso no tiene secretos, sólo comprar uno de buena calidad como este Idiazabal que compramos en Manglano, seguramente el mejor proveedor de Valencia.
Y la espuma de Jengibre la hemos hecho en un sifón con nata, azúcar moreno y jengibre infusionado con la nata.

Bueniiiiismo. Animaros a probarlo porque vale la pena.
Ya nos contareis
Dule