Siguiendo con nuestra manía de no tirar nada…hoy vamos a aprovechar unos restos de queso que allá por Agosto estaba más duro que una pata de palo. En vez de tirarlo, lo trituré con la Thermomix y lo envasé al vacío para usarlo en otro momento con pasta, alguna ensalada o lo que se me ocurriera.
El caso es que no lo había utilizado aún y ya quería quitarlo de mi vista, cuando algo está tanto tiempo en mi nevera me pongo nervioso y tengo que liquidarlo… Así que buscando buscando, encontré alguna cosilla más para darle salida al quesito y preparar un Cuijiente de queso casero.
Los ingredientes son Queso rallado, tomates secos caseros y orégano.
Mi idea inicial era usar tomate en polvo, pero no me quedaba. Yo usaba uno que vendían en el Día, pero parece ser que ya no lo venden allí, la última vez que lo busque pasé por 4 locales y nada de nada.
Precalentamos el horno a 160º y cuando esté caliente metemos una bandeja con el queso rallado sobre papel vegetal o un Silpat hasta que empiece a estar doradito.
Lo sacamos del horno y le añadimos los tomates secos muy picados y el orégano, dándole a continuación otro ratito de horno,así se quedará todo bien pegadito.
En caliente, lo cortamos en trocitos y dejamos que se enfríe para que quede bien crujiente.
Es perfecto de aperitivo…
Ya me contaréis,
Dule