Debo ser un poco rarito, o al menos eso me dice mucha gente cuando me ve amorrarme a la botella de vinagre y pegarle un trago. Es olerlo y empezar a salivar.
Creo…y esto es una simple suposición porque es un recuerdo muy vago que tengo, que todo empezó cuando era peque y mi madre para lavarme el pelo, no se aún con que motivo, me ponía vinagre. Le preguntaré y lo buscaré en Internes.
El caso es que me pirran todos los productos que lo llevan, Pepinillos, alcaparras, piparras, cebollitas y similares.
El caso es que siempre estoy haciendo experimentos, los últimos con coliflor y cebollitas.
Hoy os cuento el de las cebollitas.
Le encargué unas cebollitas no muy grandes al frutero habitual con la idea de encurtirlas y así poder hacer la recetilla que me comentó el gran Germán Carrizo, aunque con algún añadido mío con el tema de las especias…
Para esta preparación hemos utilizado:
– Las cebollitas frescas más pequeñas que encontréis.
– Variadito de especias: clavo, pimienta, semillas de hinojo y mostaza, anís estrellado y laurel
– Un bote de remolacha cocida
– Sal y unas anchoitas
– Agua y vinagre de manzana
Empezamos pelando las cebollas y blanqueándolas. A la vez levantamos el vinagre, al que le habremos añadido todas las especias y la sal, para que hierva un segundín y quitarle algo de fuerza y dejamos que se enfríe.
Metemos las cebollas y completamos con el liquido rojo del bote de remolachas cocidas (aquí lo suyo habría sido licuar un par de ellas pero no tenia tiempo…) y agua si fuera necesario, de forma que queden bien cubiertas.
Con esto ya seria suficiente, sólo faltaría dejarlas en la nevera para que se desarrolle la magia.
Como sabéis que a veces se me va la pinza…me acorde de unas cebollitas pequeñitas con sabor anchoa que venden en el sitio este de un tal Hacendado, así que decidí añadirle 3 o 4 anchoitas bien troceadas a mi preparación a ver que pasaba.
Lo metí todo en un bote al que le hice el vacío y a la nevera 3 semanas.
Ésta es la pinta q tenían nada más meterlas en el bote…
Y ésta al salir de el 3 semanas después… las anchoas habían desaparecido y dejado un sabor muuuuuy sutil, casi imperceptible, así que o pongo más a la próxima o paso del todo.
Animaros a hacerlas y ya me decís….
Dule
Lo de lavarte la cabeza con vinagre era para las plagas de visitantes en ese cabezón que Dios te ha dao… A todos nos lo hicieron antes, cuando no había mariconadas de farmacia para los piojos y se peleaba contra ellos con vinagre y a saber que otras sustancias…
Es verdaaaaaaaad…no me acordaba.
Y si tienes razón, tengo buen cabezón :-))
Yo creo que también se utilizaba como suavizante, sobre todo en las zonas donde el agua de la red tiene mucha cal.
Saludos
Ahhhhhhhh…
Cada día aprendemos mas, esto es una maravilla.
Gracias por pasarte por aquí Paco
Un Saludo
Maricon…ya se quien eres!!!
😀 Fijo que no te lo imaginabas… en fin, ánimo con el blog, algún día seguiré tus sabios consejos y me daré un homenaje culinario a tu salud.
Y lo que dijimos, si pasas por Madrid, avisa.
Perfecto Pedro
Un saludin!!!!